Especies {Lectura obligatoria de la especie que elegirás}

Seres difíciles de comprender, de gran belleza y a su vez, letales. Los vampiros son criaturas de la noche, aquellos que requieren de la vida de otros para poder vivir. Poseen un gran poder para fingir ser lo más noble y cuando el hambre ataca, son todos unos depredadores por excelencia. El origen de estas bellas criaturas es incierto, hay más de un rumor sobre cómo se originó el primer vampiro de todos, pero lamentablemente, toda esa información es desconocida para el resto. Por años han sido realmente temidos, ocultándose bajo altos estatutos sociales y evitando que su verdadera naturaleza sea descubierta a toda costa. Los vampiros son seres inmortales, no envejecen y su belleza perdura para siempre. Un vampiro no nace, se hace. Por distintos motivos, un vampiro puede decidir si convertir a un mortal en uno de ellos, pero una vez convertido, el nuevo vampiro será como el ciervo de quien le convirtió, hasta lograr aprender todo lo debido de su mentor. El método para transformar a un mortal a vampiro es simple, dependiendo como se vea. El vampiro deberá beber toda la sangre del humano y luego, hacerle beber de la suya para dar inicio al proceso de transformación. Sus características principales no son reconocidas por el resto de los humanos, gracias a su gran poder del engaño e incluso, hipnotismo. La piel de estas criaturas es pálida y fría al tacto, mas sin embargo, es delicada a los rayos del sol, como si de una alergia se tratase. Evitan la luz del sol siempre que sea posible y claro, la sangre siempre será su alimento predilecto y el único que es capaz de quitarles la hambruna. Se sabe que si no son capaces de beber sangre por un período muy prolongado, se vuelven débiles y pierden el control de sí mismos. Los vampiros poseen un consejo y claro, un líder vampírico, encargado de tomar las decisiones más difíciles. La mayoría son de clase alta o media, pues dicho sea de paso, jamás verá (en lo posible) a un vampiro de clase baja. Los mayores enemigos de estos siempre serán los licántropos, defensores de los humanos, raza de la que los vampiros se alimentan, o al menos la mayoría. Últimamente andan teniendo muchos problemas con ciertos humanos en especial: los cazadores.

El método de conversión consiste en más que una simple mordida. El vampiro debe beber la sangre del ser humano hasta dejarlo casi completamente hueco, posteriormente, debe hacer “beber” algo de la sangre extraída al cadáver. Una vez ocurra lo dicho anteriormente el muerto recuperará la “vida” más no la conciencia, se volverá una criatura hostil durante los primeros días, periodo que tardará en recuperar el autocontrol.

Una de las tantas particularidades de los vampiros es que al beber la sangre de alguien sentirá placer sexual, por lo que las burlas por partes de los humanos a éste tipo de prácticas son terriblemente mal vistas incluso entre hombres (ya que se considera vulgar). Además de lo antedicho las mujeres vampiros son totalmente estériles, no obstante, los de género masculino tienen una mínima probabilidad (muy mínima) de lograr tener hijos, aunque éstos al nacer no tendrán características de vampiro en lo absoluto.

Apodados por mucho los hijos de la luna, los licántropos son una raza caracterizada por la capacidad de transformarse en lo que muchos llaman hombres lobos. ¿Quién no ha sido capaz de oír el aullido de uno de estos en medio de las noches de luna llena? Se presentan como personas fuertes físicamente (la mayoría) y a diferencia de su contraparte, los vampiros, los licántropos son un tanto más bruscos, disfrutan de la vida al aire libre y son aquellos que a pesar de su terrible transformación, son capaces de guardar los sentimientos humanos cerca de su corazón. Un licántropo puede nacer como puede ser creado por medio de una infecciosa mordida. En un principio, el licántropo recién creado pasará días difíciles, no siendo capaces de controlar el momento en el que se transforman. Viven en manadas, o al menos eso se creen muchos, alegando que los famosos hombres lobos se reúnen en las profundidades del bosque. Estas criaturas, al igual que todas, tienen una debilidad y esa es la plata. Son alérgicos a la misma, por lo que la plata en grandes cantidades resulta en una dosis letal que acabaría con la vida de un licántropo. A pesar de todo, son casi inmortales (pueden vivir hasta 800 años) y no envejecen rápidamente, desconociéndose quién es el licántropo con mayor edad de todos. Las transformaciones de estos se da bajo la luna llena, día en el que no pueden controlar la transformación y se tornan en criaturas agresivas, casi como si fuesen una mezcla entre un hombre y un feroz lobo. La alimentación de estos es igual a la de un humano común, aunque prefieren la carne. Su relación con los humanos podría decirse es buena, aunque los humanos interpretan sus intenciones de otra forma al verles transformados. Ellos desean a toda costa proteger a los humanos de los vampiros, o chupasangres, como tienden a llamarles. Sin embargo, el humano parece ciego e intenta, siempre que puede, matarles y hacerles desaparecer de la faz de la tierra, todo por el miedo. Estos no parecen rendirse y desean combatir a su peor enemigo: los vampiros. Un licántropo puede ser de clase alta, media y baja, aunque casi siempre pertenezcan a los últimos dos grupos. Al igual que los vampiros, últimamente andan enfrentando muchos problemas con los llamados cazadores.

Los licántropos no son estériles, sin embargo, los nacimientos son sumamente complicados y muchas veces fatales.

Esta, tal vez, sea la raza más débil y vulnerable de todas, al menos físicamente. Los humanos son las primeras criaturas que poblaron la Tierra y aquellas en la que las otras se basan. No son seres fuera de lo común, pero han demostrado que diferencia de otros vertebrados y animales, son capaces de tener un pensamiento lógico y son capaces de inventar cosas para el beneficio todo, estudiar la anatomía y a su vez, experimentar con la famosa ciencia. Como humanos, necesitan comer, dormir y claro, tener un trabajo para comprar su comida. Ningún humano es igual al otro, tienen tantos matices, tantos gustos y diferencias que es, imposible encontrar uno igual. Los hay fríos, calculadores y antipáticos como los hay amables, sinceros y extrovertidos. Son todo un mundo por descubrir en el interior de su cabeza. Sus creencias son variadas y aunque suene pésimo, son los que sirven de alimento a los amos de la noche, los vampiros. Algo que cabe destacar es que la mayoría de los humanos no saben de la existencia de estas criaturas, ¡no, no lo saben! Llegan a ser seres superficiales y dividen sus clases sociales dependiendo de cuanto tengas: clase alta, clase media y clase baja. Si bien lucen desprotegidos y sin nada con qué defenderse, con el pasar de los siglos se ha demostrado que hay humanos con habilidades especiales, dones fuera de lo normal. Existe una rama de humanos corrientes y una rama de humanos “mágicos”. La rama mágica se divide en tres ramas, que son las siguientes:

Los gitanos son seres humanos normales que se diferencian del resto por sus costumbres nómadas y el gusto por vivir en grupos de los del mismo tipo. Estas personas tienen habilidades y conocimientos que van mucho más allá del resto de las personas, como por ejemplo; la quiromancia, magia básica, el “ver el futuro”, poder leer la suerte, etc. Ellos a diferencia de los vampiros y licántropos son mortales, aunque pueden llegar a vivir unos 100 años sin ninguna clase de problema.

Ilusionistas por naturaleza; los gitanos son además unos maestros del escape, por lo tanto intentar atraparlos será muy difícil. En general los gitanos tienen el odio de muchos de los pueblerinos quienes los catalogan inmediatamente como “brujos” o “sucios”, sin embargo, no todos se dejan llevar por esas cosas y los toleran.

Los brujos no solo son la más misteriosa e incógnita clasificación de humanos, sino también la que más condena los pueblerinos sin magia (quienes al descubrirlos los queman sin pudor en medio de la plaza de la ciudad). Los de esta especie son contados con los dedos de las manos, además de que no demuestran (por razones obvias) sus habilidades en público. Sus capacidades superan por muchísimo la de los gitanos, sin embargo, no son heredables a sus hijos a diferencia de los gitanos quienes pueden transmitir de generación en generación sus conocimientos; para los brujos es “naciste con magia y aprenderás, si no, no tienes posibilidades con nosotros”.

Algunos brujos se reúnen para realizar aquelarres des vez en cuando, pero no todos son partícipes, ya sea por el temor a ser descubierto o simplemente por gusto.

En general se comportan como personas normales de día ya que físicamente no son diferentes al resto de las personas, incluso, algunos realizan profesiones. Consideran a lo gitanos inferiores, con los licántropos mantienen una relación indiferente y con los vampiros tienen cierta rivalidad, por lo que si quieres defenderte de que te chupen la sangre puedes negociar con un brujo, pero claro, el pedirá tu silencio a cambio.

Los cazadores son el grupo menos numeroso luego de los brujos. Sus características son idénticas a la de un humano corriente, con la gran diferencia de que los cazadores nacen con un “don” que los diferencia del vulgo. Estos tienen una rivalidad eterna con cualquiera que no sea humano corriente, y tal como su nombre lo sugiere, exterminan por el “bien” del pueblo tanto a vampiros, licántropos, gitanos y brujos (aunque los gitanos dependen del nivel de “peligro” que puedan significar).

Se les puede ver trabajando tanto en grupo como en solitario, y en las noches se reúnen en bares para intercambiar armas o hacer equipos de caza.

El nombre de cazador se le atribuye generalmente a todo el que tenga poderes, independiente lo sepa o no (pues algunos incluso mueren sin saber que algunas vez tuvieron alguna habilidad). Cuando se dedican a acabar con las “plagas” se autodenominan “Vengadores de la luz”.